Historia

Cartonajes Salinas es una empresa hecha a sí misma.

Desde 1995 Cartonajes Salinas ha puesto los medios y el empeño para hacer realidad su misión: convertirse en empresa referente en el mundo del packaging de lujo en cartón rígido forrado.

Este liderazgo se ha construido bajo unos principios muy fuertes de cultura de esfuerzo, inversión e innovación.

Ha sido un viaje intenso hasta llegar aquí, como para todas aquellas empresas que hemos tenido que vivir la transición digital y adaptarnos en tiempo record a los nuevos modelos de industria 4.0.

En el año en que Cartonajes Salinas nació estábamos en plena época de la distribución, el producto era el foco de nuestras prioridades, la clave fundamental de éxito durante esta época fue la tecnificación de nuestra planta productiva.

Actualmente en Salinas la totalidad del producto se fabrica con la maquinaria más avanzada del mercado, lo que nos ha permitido ser muy competitivos y alcanzar un altísimo grado de experiencia.

Por el contrarío, hoy en día quien está en el centro es el cliente, y nuestra investigación se centra en mejorar su experiencia. Una experiencia muy exigente y que no se limita únicamente a mejorar nuestro servicio.

El cliente del siglo XXI exige a las empresas un compromiso global con el producto y el servicio, pero también con la sociedad y con el medio ambiente.

En 2030 básicamente la totalidad de la fuerza de trabajo pertenecerá a la generación llamada milenials, una generación que ha crecido hiper estimulada, hiper informada e hiper acostumbrada a la inmediatez.  Por lo tanto, EFICIENCIA, TRANSPARENCIA e INNOVACIÓN serán los conceptos sobre los que trabajaremos para afrontar con éxito una década más, siempre sin renunciar a nuestro ADN: el carácter de empresa familiar.

Antonio Martínez lidera esta empresa desde su creación en 1995. En su equipo un grupo de coordinadores dirigen los diferentes departamentos (Recursos Humanos, Atención al Cliente, Producción, Control, Desarrollo, Marketing y diseño, Mantenimiento, Calidad, Sistemas, Financiero y Compras) que a su vez trabajan juntos para no perder nunca la visión integral y completa de la empresa, su estrategia y sus objetivos.

En clave de charla, hablamos con él sobre el pasado, presente y futuro de la empresa:

Como tal, Cartonajes Salinas nació en 1995,

pero el negocio de las cajas es mucho más anterior en tu familia ¿no es así?

Cierto, mi padre ya empezó a fabricar cajas forradas para el sector del calzado (principal industria de nuestra zona) allá por los 60.
Yo cogí las riendas del negocio a principios de los 90, fueron años de muchos cambios hasta que finalmente nos establecimos como Cartonajes Salinas.

¿Entonces en un principio sólo fabricabais cajas para zapatos?

Así es, la empresa nació para dar servicio a la industria del calzado que estaba desarrollándose en Elda, y que todavía constituye la mayor industria de la zona. El calzado sigue siendo una parte importante de nuestra producción, aunque con características bien distintas de aquellos inicios.

¿Y como fue dar el salto a otros sectores?

Bueno, yo recuerdo aquella época como un poco dura, estábamos en ese conflicto que sufren muchas empresas de “renovarse o morir”, y yo tenía ganas de renovar, de crear.

Recuerdo exactamente el día que algo en la cabeza me hizo “clic”, fue un domingo de 1995, hacía pocos meses que nos habíamos trasladado a Salinas, y en diciembre en un especial del diario ABC (la revista Blanco y Negro) leí “cuando se acercan las navidades, las grandes casas de perfumería lanzan, junto con sus fragancias, estuches con varios productos de la firma…” La semana siguiente fui a unos grandes almacenes y lo vi, vi un montón de sectores y productos para los cuales nosotros podíamos trabajar.

A partir de ese momento nos centramos en la labor comercial y en darnos a conocer, principalmente en Madrid y Barcelona donde se encontraban la mayoría de empresas dedicadas al perfume y la cosmética…

Ocho años nos costó conseguir aquel objetivo, hacer funcionar la empresa para hacer posible la inversión en la maquinaria que nos permitiría entrar en aquellos sectores.

Con la perspectiva del tiempo, creo que hay muchos aspectos básicos de las empresas que no han cambiado demasiado, entonces también se hacía mucho net-working, elevator speach y marketing directo aunque no lo llamáramos así.

Hay otras como el acceso a la información que yo valoro especialmente y lo considero como uno de los agentes más importantes de aceleración de los cambios que hemos visto y vivido durante estos años.

A partir de entonces la rueda comienza a girar y las inversiones y los cambios son continuos y constantes.

Actualmente nos encontramos en otro proceso de cambio paradigmático en las empresas y que tiene que ver con la Responsabilidad Social Corporativa. Nunca antes el sector privado había tenido tanto protagonismo y, a la vez, tanta responsabilidad en cuestiones sociales y medioambientales como hoy día.

Este tipo de responsabilidad social y medioambiental implica y exige un altísimo grado de eficacia, eficiencia y compromiso y envuelve al conjunto de la empresa y significa liderar un cambio cultural muy importante a nivel interno.

Como empresario creo que me ha tocado vivir una época apasionante de grandes cambios e hitos económicos como la revolución digital. Espero seguir manteniendo esa misma pasión durante muchos más años.